lunes, 15 de noviembre de 2010

edad antigua



La Edad Antigua es la época histórica que coincide con el surgimiento y desarrollo
de las primeras civilizaciones o civilizaciones antiguas.
La selva de Irani es un extenso territorio que desde la antiguedadha tenido un
aprovechamiento ganadero forestal y cinegético. Se encuentra en el Pirineo
navarro. Con un gran valor natural y ecológico, es considerado como unos de los
mayores hayedo-abetales de Europaegando a reconstruir de un modo cada vez más
preciso las migraciones antiguas y su herencia en las poblaciones actuales.
Sea cual fuere el criterio empleado, coincide que en tiempo y lugar unos y otros
procesos cristalizaron en el inicio de la vida urbana (ciudades muy superiores
en tamaño y diferentes en función a las aldeas neolíticas), la aparición del
poder político (palacios, reyes), de las religiones organizadas (templos,
sacerdotes), una compleja estratificación social, esfuerzos colectivos de gran
envergadura que exigen prestaciones de trabajo obligatorio e impuestos, y el
comercio de larga distancia (todo lo que se ha venido en llamar «revolución
urbana»); nivel de desarrollo social que por primera vez se alcanzó en la
Sumeria del IV milenio a. C., espacio propicio para la constitución de las
primeras ciudades-estado competitivas a partir del sustrato neolítico que
llevaba ya cuatro milenios desarrollándose en el «Creciente fértil». A partir
de ellas, y de sucesivos contactos (tanto pacíficos como invasiones) de pueblos
vecinos (culturas sedentario-agrícolas o nómada-ganaderas que se nombran
tradicionalmente con términos de validez cuestionada, más propios de familias
lingüísticas que de razas humanas: semitas, camitas, indoeuropeos, etc.), se
fueron conformando los primeros estados de gran extensión territorial, hasta
alcanzar el tamaño de imperios multinacionales.
Procesos similares tuvieron lugar en diversos momentos según el área geográfica
(sucesivamente Mesopotamia, el valle del Nilo, el subcontinente indio, China, la
cuenca del Mediterráneo, la América precolombina y el resto de Europa, Asia y
África); en algunas zonas especialmente aisladas, algunos pueblos
cazadores-recolectores actuales aún no habrían abandonado la prehistoria
mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o contemporánea de
la mano de las colonizaciones del siglo XVI al XIX.

Los pueblos cronológicamente contemporáneos a la Historia escrita del
Mediterráneo Oriental pueden ser objeto de la Protohistoria, pues las fuentes
escritas por romanos, griegos, fenicios, hebreos o egipcios, además de las
fuentes arqueológicas, permiten hacerlo.
La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de la civilización
grecorromana (siglo V a. C. al II d. C.) o en sentido amplio, en toda su
duración (siglo VIII a. C. al V d. C.). Se caracterizó por la definición de
innovadores conceptos sociopolíticos: los de ciudadanía y de libertad personal,
no para todos, sino para una minoría sostenida por el trabajo esclavo; a
diferencia de los imperios fluviales del antiguo Egipto, Babilonia, India o
China, para los que se definió el impreciso categoría de «modo de producción
asiático», caracterizados por la existencia de un poder omnímodo en la cúspide
del imperio y el pago de tributos por las comunidades campesinas sujetas a él,
pero de condición social libre (pues aunque exista la esclavitud, no representa
la fuerza de trabajo principal).
El final de la Edad Antigua en la civilización occidental coincide con la caída
del Imperio romano de Occidente (en el año 476; el Imperio romano de Oriente
sobrevivió toda la Edad Media hasta 1453 como Imperio bizantino), aunque tal
discontinuidad no se observa en otras civilizaciones. Por tanto, las divisiones
posteriores (Edad Media y Edad Moderna) pueden considerarse válidos sólo para
aquélla; mientras que la mayor parte de Asia y África, y con mucha más claridad
América, son objeto en su historia de una periodización propia.
Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta
los siglos VI y VII, mientras que, la escuela "mutacionista" francesa la
extiende hasta algún momento entre los siglos IX y XI. Distintas
interpretaciones de la historia ponen el acento en cuestiones económicas
(transición del modo de producción esclavista al modo de producción feudal,
desde la crisis del siglo III); políticas (desaparición del imperio e
instalación de los reinos germánicos desde el siglo V); o ideológicas,
religiosas (sustitución del paganismo politeísta por los monoteísmos
teocéntricos: el cristianismo —siglo IV— y posteriormente el islam —siglo VII—),
filosóficas (filosofía antigua por la medieval) y artísticas (evolución desde el
arte antiguo —clásico— hacia el arte medieval —paleocristiano y
prerrománico—).
Las civilizaciones de la Antigüedad son agrupadas geográficamente por la
historiografía y la arqueología en zonas en que distintos pueblos y culturas
estuvieron especialmente vinculados entre sí; aunque las áreas de influencia de
cada una de ellas llegaron en muchas ocasiones a interpenetrarse e ir mucho más
lejos, formando imperios de dimensiones multicontinentales (el Imperio persa, el
de Alejandro Magno y el Imperio romano), talasocracias (‘gobierno de los mares’)
o rutas comerciales y de intercambio de productos e ideas a larga distancia;
aunque siempre limitadas por el relativo aislamiento entre ellas (obstáculos de
los desiertos y océanos), que llega a ser radical en algunos casos (entre el
Viejo Mundo y el Nuevo Mundo). La navegación antigua, especialmente la
naturaleza y extensión de las expediciones que necesariamente tuvieron que
realizar las culturas primitivas de Polinesia (al menos hasta la Isla de
Pascua), es un asunto aún polémico. En algunas ocasiones se ha recurrido a la
arqueología experimental para probar la posibilidad de contactos con América
desde el Pacífico. Otros conceptos de aplicación discutida son la prioridad del
difusionismo o del desarrollo endógeno para determinados fenómenos culturales
(agricultura, metalurgia, escritura, alfabeto, moneda, etc.) y la aplicación del
evolucionismo en contextos arqueológicos y antropológicos.